Capítulo2: Despertar y un enigma
Otra falsa alarma, Naruto seguía sin despertar, ya era el cuarto día en la cama, algo insólito en él, capaz de recuperarse de la herida más grave con una noche de sueño.
¿Qué había ocurrido durante la misión? Hatake Kakashi no había sabido decirle nada, tan solo que en algún momento se habían separado, y que había encontrado a Naruto una semana después, en un claro de los alrededores inconsciente. Su cuerpo presentaba heridas de extrema grabedad, pero no se veía ningún enemigo en los alrededores.
Un momento, ¿que era aquello?, ¿había abierto los ojos?, ¿le sonreía?
-¡Tsunade Sama!- gritó desde la puerta instantes antes de volver al lado de la cama.
En un instante el quinto Hokage apareció en la habitación y se acercó al muchacho que llevaba días cuidando. Comenzó a examinarlo y a restaurar el flujo de su chakra, Hinata seguía con su byakugan todo el proceso y al fin notó que el cuerpo de Naruto volvía a la normalidad. Tsunade abandonó la habitación con la recomendación de que no se agotase el primer día, pero afirmando que el peligro había pasado.
-Naruto, ¿estás bien?- Hinata apenas podía esperar a oír de nuevo su voz.
-Mejor que nunca,- contestó él con una sonrisa, pero su voz sonaba débil pese a su intento por parecer animado.-Creo que Kakashi se va a enfadar conmigo.
Hinata no aguantó más y rompió a llorar encima de su pecho antes incluso de uqe terminara la frase, en todos estos días no había derramado ni una lágrima, pero ahora surgieron todas en un torrente que era sobre todo alivio.
Cuando al fin se serenó Naruto se había dormido, pero ahora era un sueño reparador, no la inconsciencia febril de los últimos días
¿Qué habría querido decir Naruto con su última frase?. A Hinata le daba igual lo que se enfadase Kakashi con tal de que se encontrase bien, pero, ¿que habría hecho?
Naruto podía llegar a ser muy inconsciente, era incapaz de imaginar que locura habría hecho esta vez. Pasó toda la tarde a su lado dándole vueltas al tema, pero su inquietud no tenía nada que ver con la de días atrás, esta era tan solo una especie de juego de adivinanzas hasta que Naruto despertase.
Como no, tenía que despertarse justo en el momento en el que servían la cena, si no no sería Naruto. A Hinata le permitieron cenar en su misma habitación, pues intentar alejarla de el sería inútil, y Naruto también anhelaba su compañía. Habaron de muchas cosas durante la cena, pero no del accidente, hasta que Hinata no pudo más y le pregunto, sin levantar apenas la cabeza del plato,-¿Por qué se va a enfadar Kakashi contigo?
-¿Hmpf?- sin apartar la atención de su tercer cuenco de ramen
-Cuando despertaste esta mañana dijiste que Kakashi se iba a enfadar contigo.
-¡Ah!, eso, es un secreto, tendrás que esperar a que me encuentre bien otra vez para que te lo cuente.- Su concentración en el ramen seguía siendo total.
-¡Oh!, vaya no quería ser entrometida.
-No Puedes serlo cuando estás conmigo, cariño, pero esto es una sorpresa para ti, si te lo dijese la estropearía- Ahora si que había dejado un momento el ramen y le había sonreído de oreja a oreja.
-¡Naruto!, ¿pusiste tu vida en peligro para darme una sorpresa?- Hianta no sabía si estaba más enfadada o asombrada
-Bueno, se puede decir así- Dijo Naruto con uno fideos a caballo entre su boca y el cuenco- pensé que no me pasaría nada, pero de todas formas supongo que merecerá la pena cuando vea tu cara.
El rubor tiñó las mejillas de Hinata.-no vuelvas a hacerlo por favor,- dijo con un hilo de voz, pero en el fondo el enfado iba dejando paso a una sensación mucho más agradable, Naruto también la quería, y le importaba su felicidad. Puede que fuese un cabezota y un inconsciente, pero era suyo, eso era lo importante.
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