lunes, julio 11, 2005

Capítulo5: Consecuencias

Cuando Hinata se despertó al día siguiente seguía abrazada a Naruto, tardó un instante en recordarlo todo, pero se estaba tan a gusto entre sus brazos…

De todas formas, con mucho cuidado para no despertarlo se deshizo de us abrazo, él se había portado tan bien con ella, que quería compensarle de alguna manera, y cual es la mejor forma de compensar a Naruto?, muy fácil, por su estómago. Iría al pueblo y compraría leche y bollos recién hechos, también algo de miel y mermelada.

Así que se arrastró fuera de la hondonada y se dirigió hacia Konoha.

Cuando regresó Naruto ni siquiera había cambiado de postura, preparó el desayuno encima de una bandeja de madera y fue a despertarle.

-Naruto-kun, despierta, ya es de día desde hace tiempo.-susurró a su oido

-¡Ah! Hinata- chan, que guapa estás por las mañanas, pero ¿qué haces en bañador?

-Te he traído el tuyo también, desayunaremos en la balsa, te espero allí.

Y con esto salió corriendo hacia el exterior, cuando se encontraba a solas con Naruto ya no era la chica tímida que todos conocían, al revés que antes, que su solo presencia servía para ponerla nerviosa y que las palabras se le atragantasen, ahora con él se sentía más a gusto de lo que nunca hubiera estado con nadie. Incluso en ciertas ocasiones, como aquella, llevaba la iniciativa, tomaba las riendas de la situación y decidía por ambos, si alguien se lo hubiese dicho hace un mes no lo hubiese creido, pero así era, maravillosamente cierto.

Naruto salió al extetrior con su bañador ya puesto y se metió en la charca con ella

Desayunaron juntos en el agua, hablaron de mi banalidades, Naruto se jactaba de sus cualidades como ninja y ella lo escuchaba entre divertida y admirada de su confianza en si mismo, al fin cuando el sol ya estaba en lo más alto se decidieron a volver a la villa, pues la gente empezaría a estar preocupada.

Naruto la acompañó a su casa, pero ella prefirió entrar sola, dentro su padre la esperaba con cara de muy pocos amigos

-¿Dónde has pasado la noche?

-Con Naruto-kun padre.-Respondió Hinata con una voz suave pero firme, muy distinta de la que nunca hubiese utilizado cuando su padre la reprendiese. Algo había cambiado dentro de ella, había pasado la noche con Naruto, y en el fondo de su ser sabía que eso no estaba mal, y que no le importaba lo que pensase su padre.

-¿Qué?, ¡y lo dices con esa desfachatez! Has deshonrado a esta familia, no solo eres la más limitada en el uso del byakugan, además te has vuelto una desvergonzada que baga por las noches con el paria del pueblo. Si alguna vez fuiste mi hija a partir de este momento quedas desposeída del apellido Hyuga y ya no tienes cobijo bajo este techo.

-De acuerdo padre,-repondió Hinata sin perder la calma, pese a que por dentro se encontraba al borde de las lágrimas.-No seré más una carga para vos, iré con quienes me aprecian tal como soy.

Y sin más dio media vuelta y salió de la casa familiar, con el corazón en un puño, pero con la convicción de que había hecho lo correcto.

Se dirigió a casa de Naruto, donde le contó lo que había ocurrido con su padre, él la consoló, y solo en ese momento rompió a llorar entre sus brazos.

-Tendré que comprar una cama más grande- dijo Naruto pensando en voz alta.

-¿A qué te refieres?

-Te quedarás a vivir conmigo, por supuesto.

-¿En serio?- y Hinata sintió como toda su pena se transformaba en alegría, viviría con Naruto y pasarían todo el día juntos.

miércoles, julio 06, 2005

Capítulo4: El Paraiso

Ante sus ojos se abría un paisaje de ensueño, se trataba de una hondonada pequeña, de unos veinte metros de lado, con paredes de piedra virgen prácticamente verticales y de una altura de cuatro o cinco metros, en lo alto de ellas se veía una maraña de plantas que hacia imposible que alguien se asomase al borde.
De una de las paredes emergía un río subterráneo, que formaba una pequeña balsa que ocupaba una cuarta parte del espacio disponible, el suelo era de musgo, como una alfombra en el resto de la hondonada y en el extremo opuesto a la laguna se veía una pequeña cabaña que aprovechaba una hendedura natural en la roca. En medio del lugar había un enorme sauce llorón, que se elevaba por encima de las paredes de roca, protegiéndolos de miradas desde el aire, pero dejando pasar los rayos del sol en esa tarde de comienzos de verano.
Naruto la miraba con una mezcla de satisfacción y ansiedad en la cara,-bueno, ¿que te parece mi regalo?
Ella no pudo responder, lo abrazó de un salto y juntos rodaron por el musgo. No recordaba una época más feliz en su vida. Allí, en ese lugar apartado, con el chico a quien llevaba amando desde que tenía memoria, recordó cuando le había dicho que le quería por primera vez, allí en el banco del parque, recordó las tardes e habían pasado juntos, paseado por Konoha, aquel primer encuentro cuando ella le había dicho que le quería desde siempre...
Allí pasaron lo que quedaba de tarde, juntos, sobre el musgo, y cuando empezó a refrescar entraron en la cabaña. La parte de delante era una fachada de madera, de un par de metros de profundidad, tenía puerta y un par de pequeñas ventanas. Dentro solo había una estancia de unos cuatro metros de lado, con una chimenea cuyo tiro ascendía entre la roca virgen en diagonal, adentrándose en el bosque. También había un armario, con mantas, candiles y otras cosas. El fondo de la casita era de piedra, con el techo en una curva que empezaba a algo más de dos metros de altura y descendía suavemente hacia el fondo, donde había un jergón lo bastante grande para dos personas.
En la chimenea hervía una olla de a que salía un delicioso aroma a ramen, y en el centro de la estancia había una piedra cuadrada sobre la que estaban dispuestos los cubiertos para la cena.
-¿Cómo es posible?¿quién ha preparado todo esto?-Dijo Hinata sorprendida.
-Yo, bueno, más bien nosotros, me temo que hice un kage bunshin esta mañana y he tenido un par de copias mías trayendo cosas aquí y preparando esta cena para nosotros.- Repuso él con u sonrisa de felicidad suprema al ver su asombro.
Ella lo abrazó con todas sus fuerzas, Naruto, pese a su debilidad, había mantenía dos copias suyas todo el día para hacer que su sorpresa fuera perfecta. ¡Pensar que ella había dudado de si solo sería una broma!
Se pusieron a cenar el Ramen que habían preparado las copias de Naruto, que estaba delicioso, y cuando Hinata ya estaba saciada, y Naruto iba por el tercer cuenco y empezaba a bajar el ritmo de ingestión al fin le pidió que le explicase que había pasado durante la semana que estuvo perdido.
-Bueno, Kakashi y yo estábamos patrullando la zona en busca de rastros de Orochimaru, cuando vía que se movía una zarza, me acerqué a investigar, pero no había nada, tan solo se veía un agujero en la roca de detrás de la zarza. Así que me introduje por el y aparecí aquí. Resultó que lo que había llamado mi atención era un conejo, que se paseaba entonces por este lugar. pensé en avisar a Kakashi de la existencia de este lugar, pero no parecía que hubiese habido nadie aquí nunca, así que luego se me ocurrió que el sitio te gustaría, y decidí acondicionarlo un poco, lo malo fue que cada vez se me ocurrían más cosas que hacer, limpié completamente de ramas y hojarasca el lugar, hice una pequeña presa para formar la laguna, podé las ramas más bajas del árbol para que hubiese más espacio y más claridad, y construí la cabaña aprovechando la chimenea natural que había en la roca, en el otro extremo planté arbustos para que disipasen el humo.Hinata estaba encantada, había pasado una semana enfrascado en arreglar ese lugar para ella, olvidándose de la misión incluso, solo porque había pensado que a ella le gustaría. Esa noche la pasaron allí, cubiertos por una de las mantas del armario, abrazados y con una sonrisa de satisfacción en sus caras.

Capítulo3: El regalo de Naruto

Al día siguiente Naruto ya se encontraba recuperado del todo, así era él, y como el quinto conocía tanto su capacidad de recuperación como su cabezonería y su incapacidad para estar quieto, le dieron el alta con la condición de que fuese por las tardes a hacerse un chequeo rutinario.
Seguían sin averiguar lo que le había ocurrido en aquel claro, sabían que unos nijas sin distintivo alguno habían emboscado a Naruto, y que el había necesitado liberar al kyubi para poder resistir, cuando detectaron a Kakashi los enemigos, huyeron, ya que se encontraban debilitados por su pelea con Naruto, y este se dejó vencer por la inconsciencia. Pero seguían sin saber quienes eran y que querían los asaltantes, aunque dos palabras rondaban en sus mentes, Orochimaru y kyubi. El que menos afectado parecía por todo esto era el propio Naruto, que no recordaba nada del combate, solo la sensación de ser observado, y luego el instante antes de desmayarse, Todo hacía indicar que alguien había manipulado su mente para evitar que reconociera al sus agresores. Las suposiciones que apuntaban hacia Orochimaru se veían confirmadas por el hecho de que La misión había sido un fracaso, un continuo ir y venir entre pistas que no llevaban a ningún sitio, y no se encontraban más cerca de Sasuke de lo que estaban antes de empezar.
Tras el chequeo del primer día Naruto le dijo a Hinata que quería enseñarle algo, quería enseñarle lo que le había hecho separarse de Kakashi sensei y lo que a la larga había desencadenado su convalecencia.
-Naruto-kun, ¿estás seguro de que podrás aguantar el esfuerzo?
-Por supuesto, me recupero pronto, estoy en perfectas condiciones, ya has oído a Tsunade-sama, no necesito reposo.
-Bueno, ella dijo que no te cansases demasiado... No soportaría volver a verte en ese estado.
-Tranquila, no es muy lejos donde quiero llevarte, la misión se desarrollaba cerca de aquí, por eso fuimos a tratar de conseguir información tan de repente, no podíamos dejar pasar la ocasión.
Supongo que eso es lo que pretendía Orochimaru, asegurarse de que tu estarías allí- pensó Hinata.-Bueno, está bien vayamos a verlo, me muero de ganas.- Y era cierto, era el primer regalo que le hacía Naruto, y no sabía que esperar, bueno, viniendo de él lo más seguro es que fuese cualquier tontería, pero a ella le daba igual, ya estaba preparada para eso.
Apenas hacía cinco minutos que habían salido de la aldea cuando Naruto se detuvo, miro en derredor por si alguien les estaba observando y le pidió que ella se asegurase con su byakugan. No había nadie.
-Ahora te voy a pedir que cierres los ojos y que me sigas a donde yo te leve, tu ragalo estará allí.
Hinata asintió, si bien con cierto recelo, ya que tratándose de Naruto un regalo podía ser cualquier cosa. El sacó una venda que había cogido del hospital y le vendó los ojos, luego la tomó del brazo y la guió a través de la espesura durante unos minutos, ella notaba como las ramas de los arbustos le rozaban al pasar, a pesar de que Naruto la llevaba con el mayor de los cuidados.
-Ahora debes agacharte, con cuidado, baja más la cabeza
Mientras Hinata se arrastraba de rodillas notaba que estaba en un sitio húmedo y fresco, tras avanzar medio centenar de metro más o menos le dijo que ya podía levantarse, ella volvía a notar el sol en su piel. Notó que Naruto la quitaba la venda.
-Está bien, puedes abrir los ojos.
Ella le hizo caso y vio...
El paraíso.

Capítulo2: Despertar y un enigma

Otra falsa alarma, Naruto seguía sin despertar, ya era el cuarto día en la cama, algo insólito en él, capaz de recuperarse de la herida más grave con una noche de sueño.
¿Qué había ocurrido durante la misión? Hatake Kakashi no había sabido decirle nada, tan solo que en algún momento se habían separado, y que había encontrado a Naruto una semana después, en un claro de los alrededores inconsciente. Su cuerpo presentaba heridas de extrema grabedad, pero no se veía ningún enemigo en los alrededores.
Un momento, ¿que era aquello?, ¿había abierto los ojos?, ¿le sonreía?
-¡Tsunade Sama!- gritó desde la puerta instantes antes de volver al lado de la cama.
En un instante el quinto Hokage apareció en la habitación y se acercó al muchacho que llevaba días cuidando. Comenzó a examinarlo y a restaurar el flujo de su chakra, Hinata seguía con su byakugan todo el proceso y al fin notó que el cuerpo de Naruto volvía a la normalidad. Tsunade abandonó la habitación con la recomendación de que no se agotase el primer día, pero afirmando que el peligro había pasado.
-Naruto, ¿estás bien?- Hinata apenas podía esperar a oír de nuevo su voz.
-Mejor que nunca,- contestó él con una sonrisa, pero su voz sonaba débil pese a su intento por parecer animado.-Creo que Kakashi se va a enfadar conmigo.
Hinata no aguantó más y rompió a llorar encima de su pecho antes incluso de uqe terminara la frase, en todos estos días no había derramado ni una lágrima, pero ahora surgieron todas en un torrente que era sobre todo alivio.
Cuando al fin se serenó Naruto se había dormido, pero ahora era un sueño reparador, no la inconsciencia febril de los últimos días
¿Qué habría querido decir Naruto con su última frase?. A Hinata le daba igual lo que se enfadase Kakashi con tal de que se encontrase bien, pero, ¿que habría hecho?
Naruto podía llegar a ser muy inconsciente, era incapaz de imaginar que locura habría hecho esta vez. Pasó toda la tarde a su lado dándole vueltas al tema, pero su inquietud no tenía nada que ver con la de días atrás, esta era tan solo una especie de juego de adivinanzas hasta que Naruto despertase.
Como no, tenía que despertarse justo en el momento en el que servían la cena, si no no sería Naruto. A Hinata le permitieron cenar en su misma habitación, pues intentar alejarla de el sería inútil, y Naruto también anhelaba su compañía. Habaron de muchas cosas durante la cena, pero no del accidente, hasta que Hinata no pudo más y le pregunto, sin levantar apenas la cabeza del plato,-¿Por qué se va a enfadar Kakashi contigo?
-¿Hmpf?- sin apartar la atención de su tercer cuenco de ramen
-Cuando despertaste esta mañana dijiste que Kakashi se iba a enfadar contigo.
-¡Ah!, eso, es un secreto, tendrás que esperar a que me encuentre bien otra vez para que te lo cuente.- Su concentración en el ramen seguía siendo total.
-¡Oh!, vaya no quería ser entrometida.
-No Puedes serlo cuando estás conmigo, cariño, pero esto es una sorpresa para ti, si te lo dijese la estropearía- Ahora si que había dejado un momento el ramen y le había sonreído de oreja a oreja.
-¡Naruto!, ¿pusiste tu vida en peligro para darme una sorpresa?- Hianta no sabía si estaba más enfadada o asombrada
-Bueno, se puede decir así- Dijo Naruto con uno fideos a caballo entre su boca y el cuenco- pensé que no me pasaría nada, pero de todas formas supongo que merecerá la pena cuando vea tu cara.
El rubor tiñó las mejillas de Hinata.-no vuelvas a hacerlo por favor,- dijo con un hilo de voz, pero en el fondo el enfado iba dejando paso a una sensación mucho más agradable, Naruto también la quería, y le importaba su felicidad. Puede que fuese un cabezota y un inconsciente, pero era suyo, eso era lo importante.

martes, julio 05, 2005

Capítulo1: El comienzo de todo

Apenas Naruto se movió en su cama del hospital de Konoha, Hinata se acercó a su cabecera a comprobar si estaba realmente consciente o tan solo era un nuevo acceso de fiebre. Llevaba tres días apartándose del lecho únicamente para dormitar en su cama apenas unas horas y comer un bocadillo en el bar del hospital.
Todavía no se podía creer lo que había sucedido hacía tres semanas, el día en que por fin se había decidido a hablar con Naruto de lo que sentía por el. Su reacción había sido el desconcierto más absoluto, como si no fuese capaz de concebir que alguien pudiera sentir eso por él, tras un instante de silencio había reído y le había dicho-Vamos Hinata no te burles de mi,-mientras se tocaba la nuca con la mano derecha en un gesto que ella había aprendido a interpretar con cierta incomodidad ante el tema que se estaba tratando.
-Naruto, por favor,-dijo con apenas un hilo de voz- tómame en serio, no te puedes hacer un idea de lo que me cuesta decirte esto. Pero es cierto, siempre te he querido desde niño, cuando te miraba en clase, aunque tu nunca te diste cuenta, no sé porqué.
-Hum, supongo que es posible, si. Un ninja tan bueno como yo tiene que tener sus admiradoras...
-No lo entiendes, Naruto, yo te querría aunque fueras un simple genin el resto de tu vida, yo amo a la persona, no al ninja, amo tu determinación y tu valor, no tus habilidades.
Al fin Naruto se tomo en serio sus palabras.-Bueno Hinata, supongo que yo nunca te había visto así...
-Oh, no pasa nada no debí haberte...-respondió mientras iba retrocediendo paso a paso
-¡No!, no me malinterpretes, eres una chica muy guapa y me encantaría conocerte más, solo decía que hasta ahora he estado tan obsesionado con Sakura que creo que me he perdido un montón de cosas.

Y ahí había empezado todo, el la había llevado a tomar ramen a su local favorito, y allí le había contado como había estado todos esos años detrás de Sakura y como se había dado cuenta de que en realidad solo la anhelaba porque no la podía tener y por lo que representaba. Ella le había contado cuanto había sufrido por no ser capaz de decirle nada hasta entonces y como había sido precisamente el mismo el que, sin saberlo, la había animado a sincerarse, gracias a su inquebrantable determinación ante la vida.
Más tarde el la acompañó a casa y le había dado un beso de despedida en la mejilla antes de que subiese corriendo las escaleras.
Al día siguiente habían vuelto a quedar, y el siguiente, y el siguiente...

Había aprendido tantas cosas de él, su infancia, sin nadie que le diese cariño, su lucha constante con el kyubi, su rivalidad con Sasuke, y otras cosas más pequeñas, su forma de reírse cuando estaba realmente feliz, el modo en que cogía los palillos para comer todo lo deprisa que pudiera, la poca importancia que daba a su aspecto físico.
Ella también le había contado muchas cosas de su vida, el infierno de su relación con su padre, el sentimiento de culpa por no ser tan buena como se esperaba de ella, la vergüenza que había pasado por sus ojos...

Sus ojos... a él le gustaban sus ojos, eso le había dicho la noche antes de partir a esa misión.
Estaban sentados en un banco de un parque, había pasado diez maravillosos días desde que ella le había abierto su corazón. El acababa de decirle que partía a una misión con Kakashi en la que iban a intentar averiguar el paradero de Sasuke.
-¿Será muy peligrosa?
-No creo que demasiado, de todas formas soy resistente, no te preocupes, no te vas a librar de mi tan fácilmente, ahora que por fin tengo a alguien que me importa de esta forma.
Y se había reído, él siempre se reía.
Ella le había creído, suponía que kakashi podría defenderlo de cualquier cosa y si no, siempre estaba el kyubi.
Después de eso estuvieron un rato en silencio, la noche los envolvía, y la proximidad de Naruto era más que suficiente para que ella estuviese feliz, recordó que había pensado que estaba viviendo un sueño, que era imposible que ella fuese tan feliz. Luego el había hablado, cambiando de tema de forma inesperada.
-Pues a mi me gustan tus ojos.

Así de sencillo, así era él, y ella había sonreído como nunca antes en su vida aunque la noche era tan cerrada que él no podía saberlo, fue por eso por lo que le dio el beso, no como los que se daban hasta entonces en la mejilla al despedirse, no aquel era el primer beso que daba como mujer a un hombre, el que tantas veces se había imaginado dando a ese mismo chico. Y fue maravilloso, el respondió como si llevara tantos años como ella anticipando ese momento, sus lenguas se encontraron dentro de sus bocas, resbaladizas, juguetonas, y también tímidas a la vez, era su primer beso para ambos, y se notaba, supuso que por eso era tan maravilloso, porque lo dos se querían y lo supo en ese mismo instante. Cuando se separaron sus bocas quedaron abrazados, ella con la cabeza en el hueco su cuello, entonces, aunque ya no hiciera falta el le había susurrado al oído,-te quiero.

Y aunque ella lo había sabido un instante antes se sintió todavía más feliz, y deseo que ese momento no pasara nunca.
Diez minutos después se habían ido a casa, el otra vez risueño, ella tímida, aunque con el cada vez lo era menos, de hecho la idea de ir al parque esa tarde había sido suya.

Y la siguiente vez que lo había visto estaba en esa cama de hospital.

Mi primer Fanfic

Pues aqui empieza mi andadura, no sé si corta o larga en el mundo del fanfiction, cualquier comentario será agradecido, que si veo que esto no lo lee nadie me va a dar mucha desgana seguir escribiendo, aunque yo que sé.
Empiezo con el primer capítulo de una historia de Naruto e Hinata, es totalmente ligth, no sé, tal vez el próximo sea para mayores de 18...